domingo, febrero 23, 2014

En el amor, nadie puede machacar a nadie; cada uno de nosotros es responsable de lo que siente, y no podemos culpar al otro por eso. Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré.

Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad:
Tener lo más importante del mundo sin poseerlo.