lunes, diciembre 09, 2013

Buen día, mi vida, mientras pienso cómo llegué acá, una noche me abrazaste, te bese y no dormimos ni sufrimos más. Habrá sido nuestro premio por no salir corriendo o el castigo por no saber escapar, te sigo buscando como enfermo al remedio, como comienzo al final.
La suerte de encontrarte alguna vez y sentir que para casi todo hay solución. Verte y festejar también, que aún me queda pureza sin tristezas en mi corazón.