
En esta vida nuestra se nos presentan todos los días encrucijadas, preguntas, responsabilidades y problemas. La vida pasa y no espera a que nos quedemos reflexionando frente a los acertijos que nos lanza, nosotros podemos hacer dos cosas en cada situación: actuar frente a lo que sucede o esperar viendo si la cosa cambia sin que sea necesaria nuestra intervención en dicho asunto.
Por suerte o por desgracia, por cuestión del destino o por la genética, la manera de responder a cada uno de los desafios diarios viene muy condicionada por la educación que recibimos de pequeños. El ser hombre o mujer determina muchas de nuestras respuestas directas, esas que hacemos sin pensar porque vienen de lo más profundo de nosotros. O sea que el lanzarse a por todas o el quedarse esperando eternamente son conductas claramente condicionadas por nuestro sexo. En general los hombres , frente a cualquier reto o novedad se echan al ruedo sin pensarselo demasiado, tanto para lo bueno como para lo malo, ellos hacen y luego piensan. Y nosotras , por desgracia, y por lo general, nos pasamos la vida esperando.
Espera que te espera las féminas perdemos horas mirando los mensajes del móvil, sobre todo aquellos que no recibimos del ligue de turno, esperamos que ellos se comporten como adultos, que admitan que nos quieren. Algunas con ya más de 30 esperan encontrar todavía al hombre ideal, esperan al momento de comprometerse. Otras, la mayoría diria yo, una vez ya emparejadas se plantean el momento ideal de ser madres, esperan que se les despierte el intinto maternal antes de que se les pare el reloj biologico y les tiente lo de quedarse libres forever, y así esperar sin parar ...al trabajo que todas nos merecemos, a la subida de sueldo , al cambio de puesto prometido. Esperamos a los novios, a los padres, a los hijos, a los amantes, a qué las cosas cambien sin hacer mucho o más bien casi nada por ello. Esperamos a volver a estudiar si lo hemos dejado, a volver a hacer deporte cuando los niños vayan al colegio, esperamos a volver a quedar con las amigas cuando todo en casa ya esté organizado. Y de tanto esperar , una mañana nos despertamos desesperadas porque nada de lo que esperabamos se ha cumplido y resulta que se nos han pasado ya varios trenes y los que quedan va a ser difícil de pararlos ya.
Así a más de una le ha pasado que tras años de noviazgo informal le ha llegado una rival y él se ha lanzado a por todas, aburrido de la rutina de su esperanzada novia y actuó y se fué con otra, y encima se casó con ella...¡Toma ya!. Esperando cambiar de empresa porque en la que estamos nada funciona y mientras tanto continuamos quejandonos, lamentandonos, pero sin querer marchar de verdad y allí seguimos de secretarias para todo, esperaba la pobre incauta que alguien se diera cuenta de que necesita tiempo para ella, nadie lo supo porque nunca lo dijo y todos la necesitaban tanto en sus vidas, así que si quiere un dia vivir la suya propia tendrá que esperar.
Las mujeres somos las reinas de la esperanza, desde pequeñitas esperamos cambiarlo todo, el futuro, los amigos, el hombre que nos gusta, el planeta, la moda, la manera de pensar de nuestros padres, nuestro vestuario, nuestra dieta, creemos firmemente que con la esperanza y el esperar conseguiremos lo que ellos, los hombres, hacen actuando frente al dilema que la vida nos presenta a todos.
En esta vida esperar es un lujo que no debemos y no podemos permitirnos casi nunca, no por falta de tiempo , más bien porque hay cosas que no se nos ofreceran dos veces, así que lo tengo claro, voy a ir caminando con paso firme y seguro a pesar de los golpes que me he dado en los ultimos años y todos los que me queda por encajar, en este momento decisivo e importante de mi vida y en cualquier otro venidero he decidido actuar. Ya no queda tiempo para esperar nada, ya no quedan ganas. Eso de que la esperanza es lo último que se pierde ya lo tengo muy perdido.
Cuantas veces he esperado cambiar todo lo que me rodea, a mi familia para que me comprenda, a mis enemigos para que me quieran, cambiar a los hombres de mi vida sabiendo que era imposible y que además si yo me había enamorado de ellos era porque me gustaba lo que más tarde esperaba cambiar. He esperado que la vida sea justa, que en el trabajo me valoren y me paguen según mi valia, he esperado cambiar de país y lo he hecho volviendo siempre al mio al final. He esperado que me comprendan sin hacerlo yo misma, que me entiendan sin ser muy clara, que no se enfaden conmigo siendo una Kamikaze. He esperado que ellos esperen mientras yo actuaba, que me escuchen lo que pienso, que se pongan en mi lugar.
Llegada la hora de replantearme mi comportamiento he decidido actuar, sin hacer daño a nadie pero respetando lo que yo quiero y lo que me pide el cuerpo. Voy a hacer lo necesario por conseguir lo que quiero y voy a actuar por lo que creo, no voy a esperar que nadie lo haga por mi ni meditar sobre algo que si no lo hago yo nadie podrá hacerlo. Mejor lamentarme de lo hecho , mejor aprender de mis errores que esperar y dejar la vida pasar.
Mi vida, mi futuro, mi trabajo, mis amores, mis problemas, mis errores y mis aciertos van a seguir una nueva dinámica: actuación. Si todos asumimos eso de que la vida es breve y que solo se vive una vez:
¿ A qué estás esperando en este momento?
Vamos a por todas y vamos a por ello, actúa , ni esperes, nadie lo va a hacer por tí.